El acompañamiento sexológico y emocional a personas LGBTIQA* con VIH, sus parejas y allegados es un aspecto fundamental para mejorar su calidad de vida y bienestar integral. Este proceso abarca múltiples dimensiones que requieren un enfoque holístico y sensible a las necesidades específicas de este colectivo.
Impacto emocional del diagnóstico
El diagnóstico de VIH puede tener un impacto emocional significativo, generando emociones negativas intensas como ansiedad, depresión, culpa y miedo. En el caso de las personas LGBTIQA*, este impacto puede verse agravado por el estigma y la discriminación asociados tanto a su orientación sexual o identidad de género como al VIH. Es crucial ofrecer un acompañamiento empático y libre de prejuicios desde el momento del diagnóstico para ayudar a procesar estas emociones y prevenir problemas de salud mental a largo plazo.
Estrategias de acompañamiento emocional
- Acompañamiento individual
La atención individualizada es esencial para abordar las alteraciones emocionales derivadas del diagnóstico y facilitar la adaptación a la nueva situación. Un enfoque humanista puede ayudar a trabajar la aceptación, reducir el autoestigma y desarrollar estrategias de afrontamiento positivas.
- Grupos de apoyo
Los grupos de apoyo específicos para personas LGBTIQA* con VIH ofrecen un espacio seguro y de comprensión mutua. Estos grupos permiten compartir experiencias, reducir el aislamiento y fomentar el empoderamiento.
- Acompañamiento a parejas y familias
Es importante incluir a las parejas y familiares en el proceso de acompañamiento, ofreciendo espacios para abordar sus preocupaciones, mejorar la comunicación y fortalecer los vínculos afectivos. El apoyo de la pareja puede ser crucial en la adaptación emocional y en el mantenimiento de una vida íntima satisfactoria y segura.
Abordaje de la salud sexual
- Asesoramiento sexológico
Un componente clave del acompañamiento es el asesoramiento sexológico especializado para personas con VIH y sus parejas. Este servicio debe abordar las preocupaciones específicas relacionadas con la vida sexual después del diagnóstico, incluyendo la prevención de la transmisión, la gestión del miedo y la ansiedad, y la promoción de una sexualidad placentera y segura.
- Educación sexual integral
Es fundamental proporcionar información actualizada y científica sobre salud sexual, prevención del VIH y otras ITS, adaptada a las necesidades específicas de la comunidad LGBTIQA*. Esta educación debe incluir estrategias de reducción de riesgos y promoción del autocuidado.
- Enfoque interseccional y de género
El acompañamiento debe tener en cuenta las diferentes experiencias y necesidades según el género y la orientación sexual. Por ejemplo, las mujeres lesbianas y bisexuales con VIH pueden enfrentar desafíos específicos relacionados con la salud reproductiva y el estigma, mientras que los hombres gais y bisexuales pueden lidiar con preocupaciones particulares sobre la imagen corporal y las prácticas sexuales.
En Diversas contamos con un servicio específico de detección precoz del VIH y otras ITS, con el fin de conocer el estado serológico de las personas que hayan tenido prácticas de riesgo. De forma paralela, quienes tienen VIH pueden participar en el acompañamiento sexológico individual o pareja con el fin de trabajar la realidad de la infección en el ámbito de la sexualidad.


