Mujeres y VIH: Invisibles no por casualidad, sino por desigualdad. ¿Por qué siguen siendo invisibles las mujeres con VIH?
Las mujeres representan más de la mitad de las personas que viven con VIH en el mundo.
Aun así, siguen infravisibilizadas en:
- La investigación
- El sistema de salud
- El discurso social sobre el VIH
Esta invisibilidad impacta directamente en su diagnóstico, tratamiento y calidad de vida.
Históricamente, las mujeres han estado infrarrepresentadas en ensayos clínicos sobre VIH:
- Menos datos sobre efectos de tratamientos en mujeres
- Menos información sobre interacciones con anticonceptivos, ciclo hormonal o lactancia
- Menos estudios sobre salud sexual y reproductiva en mujeres con VIH
Si la evidencia se construye sobre hombres, las mujeres no reciben atención adecuada. Esto es desigualdad científica.
En España y Europa, casi la mitad de las mujeres con VIH reciben el diagnóstico tarde.
¿Por qué?
- La epidemia se ha comunicado sobre todo en torno a los hombres que tienen sexo con hombres (HSH) y otros colectivos en situación de vulnerabilidad frente al virus.
- Las mujeres en relaciones heterosexuales o con pareja estable son sistemáticamente excluidas del cribado de VIH y esta mirada sesgada es la que retrasa su diagnóstico, no sus decisiones.
- La prueba se ofrece con más frecuencia solo durante el embarazo.
Las mujeres no “llegan tarde al diagnóstico”. El sistema llega tarde a ellas. Esto es violencia estructural en salud.
Muchas mujeres con VIH han experimentado violencia de género y también violencia institucional en el ámbito sanitario. Además, el estigma asociado al virus se ve reforzado por el machismo existente en distintos espacios sociales, lo que genera una doble discriminación y contribuye a su invisibilización.
En España, más del 60% de nuevos diagnósticos en mujeres corresponden a mujeres migrantes.
Obstáculos frecuentes:
- Desconocimiento del derecho para obtener tarjeta sanitaria
- Miedo a repercusiones en procesos administrativos
- Barreras legales, económicas e idiomáticas
- Desconfianza o experiencias previas de discriminación
El acceso a la salud debe ser un derecho, no un privilegio.
Entonces, ¿qué hacemos? Soluciones y acciones necesarias:
- Pruebas de VIH en Atención Primaria, Urgencias y consultas de salud sexual.
- Desvincular la prueba del embarazo como única vía de diagnóstico.
- Formar profesionales sin prejuicios.
- Investigaciones que incluyan a mujeres.
- Políticas públicas con enfoque feminista y antirracista.
Hablar de VIH es hablar de vidas, cuidados y comunidad.
La salud sexual de las mujeres con VIH es una cuestión de Derechos, Justicia social y Equidad de género.
Las mujeres con VIH no necesitan compasión.
Necesitan poder, voz, autonomía y derechos. Porque la salud también es territorio de resistencia.


