En más de 60 países ser parte de la comunidad LGBTIQA* sigue siendo criminalizado. En al menos 11 países puede significar la pena de muerte.

Muchas personas LGBTIQA* se ven forzadas a huir de sus hogares para sobrevivir. No escapan solo de la violencia estatal o legal, sino también de la violencia familiar, comunitaria, policial y sanitaria.
En su camino, enfrentan múltiples obstáculos:
- Negación de asilo por razones de orientación sexual o identidad de género.
- Centros de detención donde sufren discriminación o violencia.
- Dificultades para acceder a salud, vivienda o empleo digno.
- Invisibilización dentro de los propios sistemas de protección.
📢 Ser refugiade no borra tu identidad. Ser LGBTIQA* no borra tus derechos.
En este día, alzamos la voz por todas las personas que han tenido que dejarlo todo atrás para poder vivir auténticamente.
Exigimos rutas seguras, acogida digna, y políticas de asilo que reconozcan las violencias específicas que vive nuestra comunidad.


