1.- La transmisión a través de alimentos, agua y fluidos corporales
La hepatitis viral es una de las principales causas de enfermedad y muerte en todo el mundo. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), aproximadamente 325 millones de personas viven con hepatitis B y C crónicas, y estas infecciones causan 1,4 millones de muertes al año.
Los virus de las hepatitis A y E se transmiten principalmente a través de alimentos o agua contaminados con heces de una persona con el virus. Además, los virus de las hepatitis B, C y D se transmiten a través del contacto con sangre, semen y otros líquidos corporales, lo que resalta la importancia de emplear métodos de barrera durante la penetración anal o vaginal.
2. Detección y tratamiento precoz
La detección temprana de las hepatitis B y C es crucial para prevenir complicaciones graves. Muchas personas con hepatitis crónica no presentan síntomas hasta que la enfermedad está avanzada, por lo que las pruebas de detección son esenciales para identificar y tratar la infección a tiempo. Aunque no existe una cura para la hepatitis B, los tratamientos antivirales pueden controlar la infección y reducir el riesgo de complicaciones hepáticas. Por otro lado, la hepatitis C se puede curar en la mayoría de los casos con tratamientos antivirales de acción directa, que son altamente efectivos y tienen una duración de tratamiento corta.
3.- La vacunación puede prevenir algunos tipos de hepatitis
Existen vacunas seguras y eficaces para prevenir las hepatitis A, B y E. La vacunación contra la hepatitis B es especialmente importante, ya que puede prevenir la transmisión de madre a hijo durante el parto y proteger contra infecciones crónicas que pueden llevar a enfermedades graves.
4.- Aumento del riesgo de Hepatitis C
El chemsex incrementa significativamente el riesgo de contraer hepatitis C, debido al uso compartido de jeringuillas y otros productos de consumo de drogas. Las heridas abiertas y las membranas mucosas dañadas pueden facilitar la transmisión del virus. Las drogas utilizadas en el chemsex, como la metanfetamina, mefedrona y GHB, pueden llevar a una desinhibición extrema, resultando en prácticas sexuales de alto riesgo sin protección. Esto no solo aumenta el riesgo de hepatitis, sino también de otras infecciones de transmisión sexual (ITS).
5. La Hepatitis C puede ser curada
A diferencia de otros tipos de hepatitis, la hepatitis C puede ser curada con tratamientos antivirales de acción directa. Estos tratamientos son altamente efectivos y pueden eliminar el virus en aproximadamente 8-12 semanas. Sin embargo, es crucial detectar la infección a tiempo, ya que la hepatitis C puede permanecer asintomática durante muchos años antes de causar daño hepático significativo. Por eso recuerda que, si tienes prácticas de riesgo, en Diversas puedes hacerte las pruebas de Hepatitis C, de forma gratuita y confidencial.
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