HEPATITIS C: un viaje al conocimiento de la enfermedad

Con motivo del Día Internacional de la Hepatitis C, que se celebra el 1 de octubre, desde Diversas queremos abordar esta enfermedad y destacar aspectos importantes que la ciudadanía puede incorporar a su comprensión. Así, se habla de una enfermedad infecciosa que afecta al hígado, causada por el virus de la hepatitis C (VHC), la cual puede ser aguada o crónica y cuya forma de transmisión suele ser a través del contacto con la sangre.

Se estima que alrededor de 50 millones de personas en el mundo padecen una infección crónica por VHC, con aproximadamente un millón de nuevas infecciones cada año. La enfermedad puede ser asintomática durante años, lo que dificulta su detección temprana. Sin embargo, los avances en el tratamiento han sido significativos de tal forma que se puede curar más del 95% de los casos, aunque el acceso a estos tratamientos sigue siendo limitado en muchas regiones.

La mayor carga de morbilidad se encuentra en la Región del Mediterráneo Oriental, con 12 millones de personas con infección crónica. Tanto en la Región de Asia Sudoriental como en la Región de Europa hay 9 millones de personas con infección crónica, y en la Región del Pacífico Occidental hay 7 millones. Ocho millones de personas presentan infección crónica en la Región de África, y 5 millones en la Región de las Américas.

Síntomas

La mayoría de las personas no presentan síntomas en las primeras semanas tras la infección, y pueden transcurrir entre dos semanas y seis meses antes de que aparezcan. Si se presentan síntomas, pueden incluir los siguientes:

  • fiebre
  • mucho cansancio
  • pérdida del apetito
  • náuseas y vómitos
  • dolor abdominal
  • orina oscura
  • heces claras
  • dolor en las articulaciones
  • ictericia (coloración amarillenta de los ojos y la piel).

Diagnóstico

Como las nuevas infecciones por el VHC suelen ser asintomáticas, se diagnostican pocos casos cuando son recientes. A menudo, la infección crónica queda sin diagnosticar porque las personas se mantienen asintomáticas durante décadas, hasta que aparecen síntomas secundarios al daño hepático grave.

La infección por el VHC se diagnostica en dos etapas:

  • La detección de anticuerpos contra el VHC mediante una prueba serológica revela la infección.

  • Si la prueba da resultado positivo para esos anticuerpos, se necesita una prueba de ácido nucleico para el ácido ribonucleico (ARN) del VHC con el fin de confirmar la infección crónica y la necesidad de tratamiento. Esta prueba es importante porque alrededor del 30% de las personas infectadas por el VHC eliminan espontáneamente el virus sin necesidad de tratamiento debido a que se desencadena una fuerte respuesta inmunitaria. Sin embargo, aunque ya no estén infectadas, seguirán dando positivo para los anticuerpos contra el VHC. Esta prueba de ácidos nucleicos para detectar el ARN del VHC se puede hacer en un laboratorio o utilizando un aparato simple en el punto de atención en un consultorio.

Tratamiento

Existen tratamientos eficaces para la hepatitis C que buscan curar la enfermedad y prevenir el daño hepático a largo plazo. Entre los antivirales utilizados se encuentran el sofosbuvir y el daclatasvir, los cuales son efectivos en el tratamiento de esta infección. Aunque el sistema inmunitario de algunas personas puede combatir la infección por sí mismo y las nuevas infecciones no siempre requieren tratamiento, es fundamental tratar la hepatitis C crónica.

Para quienes padecen hepatitis C, puede ser beneficioso modificar ciertos hábitos, como evitar el consumo de alcohol y mantener un peso saludable. Con un tratamiento adecuado, muchas personas pueden lograr la curación de la infección por hepatitis C y preservar su salud.

La presencia de los ODS en el cuidado de la salud

La lucha contra la hepatitis C está directamente relacionada con varios ODS, especialmente el Objetivo 3: garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos a todas las edades. Este objetivo incluye metas específicas para combatir enfermedades transmisibles como el VIH, tuberculosis, malaria y hepatitis para 2030. La eliminación de la hepatitis C requiere un enfoque integral que aborde no solo el tratamiento sino también la prevención mediante prácticas seguras en el manejo de sangre y educación sobre riesgos.

Estrategias para reducir la transmisión comunitaria

La OMS ha establecido estrategias para reducir las nuevas infecciones por VHC en un 80% y disminuir la mortalidad en un 65% para 2030[8]. Estas estrategias incluyen:

  • Mejorar el acceso al diagnóstico: Implementar pruebas más accesibles y rápidas para detectar el VHC.
  • Ampliar el acceso al tratamiento: Asegurar que los antivirales estén disponibles a precios asequibles.
  • Promover prácticas seguras: Fomentar prácticas seguras en entornos médicos y entre usuarios de drogas inyectables.
  • Educación y concienciación: Incrementar las campañas educativas para sensibilizar a la población sobre los riesgos y métodos de prevención.

En Diversas contamos con un servicio de atención a la salud sexual integral, donde puedes solicitar cita previa para la prueba de hepatitis C, así como encontrar un espacio profesional, confidencial y seguro, donde resolver todas las dudas que tengas sobre las Infecciones de Transmisión Sexual.

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