Las personas trans tienen las mismas demandas de atención médica que las personas cis, si bien es cierto que requieren de una intervención especializada dependiendo de la situación en la que se encuentre la persona trans, por ejemplo, la hormonación, el tránsito social, etc.
El estrés de las minorías sexuales puede ocasionar un miedo a sufrir discriminación por parte del personal sanitario, quienes, suelen carecer de formación en competencias culturales del colectivo LGTBIQA+.
Las principales causas de este temor por parte de las personas trans suelen deberse a la falta de cobertura médica por parte de los seguros, a que se les deniegue la atención, a la dificultad para encontrar personal sanitario con experiencia en la atención al colectivo trans. Todo lo anterior, se puede traducir en situaciones de vulnerabilidad cómo violencia física, sexual y psicológica, Infecciones de Trasmisión Sexual (ITS), abuso de sustancias adictivas, mayor prevalencia de dificultades en su salud mental, etc.
PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DEL VIH Y OTRAS ITS
Conocer el estado de salud sexual y reproductivo en las personas trans es de vital importancia, ante las situaciones de vulnerabilidad a las que se ven sometidas, por lo que es conveniente explorar algunas esferas de las personas trans, como puede ser el ámbito de la prevención del VIH y otras ITS, métodos de barrera, etc.
Se recomienda indagar comenzando con preguntas abiertas desde una perspectiva biopsicosocial. Después, si procede, las cuestiones podrían ir más enfocadas a su salud sexual y reproductivas, así como diagnóstico temprano del VIH y otras ITS. Sin embargo, intervención no debe basarse exclusivamente en valorar las prácticas de riesgo, sino también en proporcionar a la persona trans un espacio seguro donde resolver sus dudas o preocupaciones en torno a su sexualidad.
Respecto al seguimiento y derivación a otros profesionales de la salud sexual y reproductiva, se debe tener en cuenta dos aspectos:
- Se puede derivar a una mujer trans o persona no binaria con expresión de género femenina, que no haya llevado a cabo la reasignación genital; a Urología, donde revisaran todo el aparato genital de la paciente.
- Se puede derivar a un hombre tras o una persona no binaria con expresión de género masculina, que no se haya sometido a la reasignación genital; a Ginecología para el control y seguimiento de su salud sexual y reproductiva.
En ocasiones, los tratamientos hormonales, junto al de otras patologías y determinados hábitos y estilos de vida; pueden interaccionar y provocar cambios en la salud mental de las personas trans, por lo que se recomienda valorar el tratamiento aspectos relativos a la negociación del preservativo, las dificultades con la erección o el rechazo por la genitalidad, puesto que todos ellos pueden constituir obstáculos en la sexualidad del colectivo trans.
En esta línea, se puede fomentar la promoción de la salud y adaptar las herramientas de prevención a las prácticas sexuales que tenga la persona trans. Entre las opciones, se encuentra la Profilaxis PreExposición (PrEP) y ProfilaxisPostExposición (PPE), con los cuales podemos reducir la transmisión del VIH; métodos de barrera (preservativo, pantallas bucoanales, etc.), lubricantes de base acuosa y la valoración y acompañamiento en la reducción de riesgos.