¿Qué es la violencia intragénero?

La violencia intragénero es la violencia que se produce dentro del ámbito de pareja entre personas del mismo género. El objetivo principal de esta violencia es la dominación de una persona sobre otra a través de un ejercicio de poder donde la persona agresora manipula y controla a la persona víctima de la situación de violencia. Esta violencia se produce entre parejas o exparejas sin necesidad de que exista una convivencia, aunque sí es necesario, para que se denomine violencia intragénero, que exista una relación afectiva-sexual. La violencia intragénero es conocida a través de la regulación del Código Penal del Estado Español como violencia doméstica y se regula a través de los artículos 153.2 y 173.2.

Esta violencia, silenciada e invisibilizada socialmente por los estereotipos y prejuicios contra el colectivo LGBTI*, ha supuesto un tabú dentro y fuera del mismo, siendo necesario generar acciones de sensibilización y prevención en violencia intragénero. Para ello, el 14 de abril se conmemora el Día Nacional Contra la Violencia Intragénero tras el asesinato de una persona homosexual por su expareja en 2009.

La violencia intragénero que supone la dominación, el control y las vejaciones de la persona agresora hacia la persona víctima, tiene diferentes formas y tipos de ejercer violencia.

  • Psicológica: son las acciones que producen en la víctima sufrimiento, indefensión y vejaciones con el fin de afectar su autoestima y su estado emocional.
  • Física: cualquier conducta que conlleve daño físico (lesiones corporales).
  • Sexual: obligar a la persona a realizar cualquier acto sexual no deseado, consentido o consensuado.
  • Digital: utilización de medios digitales para acosar, controlar o provocar daño moral o psicológico a la persona.
  • Outing: revelar o amenazar con revelar la identidad de género y/o la orientación sexual de la
    persona víctima, a su entorno familiar, laboral – formativo, o social.
  • Control económico: privación de recursos para el bienestar físico, psicológico y social de la víctima,
    generando una dependencia que favorezca el control sobre la misma.
  • Control de las relaciones sociales y del tiempo: organizar el tiempo de la víctima, controlar los horarios de salida y llegada, al igual que cuestionar la relación con la familia y amistades, con conductas que provocan culpa o miedo, para lograr aislamiento absoluto.
  • Violencia relacionada con el VIH o cualquier ITS: utilizar el estado serológico o la salud sexual, propia o de la persona, para provocar un daño físico, psicológico y/o control absoluto.

Para poder frenar esta violencia dentro del colectivo LGBTI*, recuerda que en Diversas contamos con acompañamiento sexológico, psicológico y social para cuidar tu bienestar. 

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