En un mundo cada vez más conectado y diverso, es esencial que reflexionemos sobre los desafíos que enfrentan las infancias, adolescencias y juventudes en los centros educativos. El acoso escolar, el cual se podría explicar como un tipo de violencia caracterizada por conductas entre iguales como intimidación, aislamiento, amenaza, insultos sobre una persona señalada como víctimas; es una situación muy presente en nuestra sociedad.
La presencia de discriminaciones específicas a la personas lesbianas, gais, bisexuales, trans, queer, entre otras identidades, en el ámbito educativo es una problemática que impacta directamente, tanto en la salud mental, como en el rendimiento académico de quienes sufren la LGBTIfobia. En concreto, cuando hablamos del colectivo de personas lesbianas, gais, bisexuales, trans e intersex (a partir de ahora, LGBTI*), hablaríamos de bullying LGBTIfóbico como aquella conducta permanente o continuada en el tiempo que se lleva a cabo entre el alumnado joven por su orientación sexual o su identidad o expresión de género, sea esta real o percibida. La discriminación y la violencia LGTBIfóbica, no sólo recae en las personas lesbianas, gais, trans o bisexuales, sino que también es extensiva a las hijas e hijos de personas LGBTI*, al igual que hacían aquellas personas que parecen LGBTI*, es decir, a aquellas que no cumplen las normas de género que se atribuyen a cada uno de los géneros, desde un punto de vista binario. En relación con lo anterior, podríamos afirmar que este tipo de violencia cuenta con especificidades que las diferencian del resto, como podrían ser:
- La falta de formación en diversidad afectivo-sexual y de género en el sistema educativo.
- La normalización de las diferentes formas de LGBTIfobia, como son la lesbofobia, homofobia, bifobia o la transfobia en las aulas.
- El rechazo de las familias a la identidad de género u orientación sexual de sus hijas, hijos e hijes.
- El estigma asociado que supone para el alumnado manifestar una identidad de género u orientación sexual no normativa.
- Sentimientos como vergüenza, inseguridad o miedo del alumnado LGTBIQA+ a la hora de manifestar en público su orientación sexual y/o de género por temor al rechazo y al acoso.
La LGTBIfobia se produce por la acción que se ejerce sobre la propia víctima y por omisión, al no proteger a las víctimas o no saber identificar que nos encontramos ante situaciones de este calibre. Así, un estudio específico sobre el alumnado trans en el sistema educativo realizado por la Federación Estatal LGBTI+, revela que un 58% de las personas trans de entre 16 y 24 años ha sufrido transfobia en el ámbito escolar y un 58% de estas víctimas asegura que el centro educativo no tomó ninguna medida para castigar a los victimarios. Dicha transfobia se tradujo en un 40% en forma de insultos, 25% en acoso, 22% en amenazas, 18% en ciberviolencia, 12% en agresiones físicas y 9% en violencia sexual.
La educación y la sensibilización son herramientas poderosas para combatir el acoso escolar. Los programas educativos que promueven la comprensión y el respeto por la diversidad afectivo sexual, de género y familiar son fundamentales para crear un entorno escolar seguro, donde ninguna persona sienta el colegio o instituto como un espacio inhóspito. Estos programas no solo deben abordar los desafíos que enfrentan los estudiantes LGBTQ+ y aquellos con estructuras familiares diversas, sino también fomentar la empatía y la aceptación entre todos los estudiantes. La sensibilización también debe extenderse a toda la comunidad educativa, esto es, familias, profesorado, personal administrativo, para que puedan apoyar adecuadamente a los estudiantes y abogar por un ambiente escolar seguro y acogedor.
Con el fin de brindar un recurso especializado a las infancias, adolescencias y juventudes LGBTIQA+, desde Diversas hemos puesto en marcha un servicio de asesoramiento jurídico para que todas aquellas personas que sufren estas situaciones de violencia puedan contar con un equipo profesional que les acompañe, escuche e informe sobre sus derechos, porque somos conscientes de la importancia que tiene el abordaje integral de los casos de LGBTIfobia en las infancias, adolescencias y juventudes. Puedes solicitar cita en el 623 42 43 48.
Y recuerda que, al educar, sensibilizar y promover el respeto por todas las identidades, orientaciones, características sexuales, así como estructuras familiares, estamos sentando las bases para la construcción de una sociedad que abrace la diversidad afectivo sexual, de género y familiar.