¿QUÉ ES?
La shigelosis, también conocida como disentería bacilar, es una infección intestinal causada por bacterias del género Shigella. Esta enfermedad representa un importante problema de salud pública a nivel mundial debido a su alta contagiosidad y potencial para causar brotes en comunidades con condiciones sanitarias deficientes.
SÍNTOMAS
Los síntomas de la shigelosis suelen aparecer entre uno y cuatro días después de la exposición a la bacteria. La enfermedad se manifiesta con diarrea acuosa que puede volverse sanguinolenta, fiebre, náuseas, vómitos y dolor abdominal intenso.
En algunos casos, las personas pueden experimentar tenesmo, una sensación urgente y dolorosa de necesidad de defecar. Aunque la mayoría de las infecciones son autolimitadas y se resuelven en una semana, pueden ocurrir complicaciones graves como deshidratación severa y síndrome urémico hemolítico, especialmente en niños pequeños y personas inmunocomprometidas.
TRANSMISIÓN
La shigelosis se transmite principalmente a través de la ruta fecal-oral. Esto ocurre cuando las bacterias presentes en las heces de una persona infectada contaminan alimentos, agua o superficies que luego son ingeridos o tocados por otras personas. En este sentido, a través de la estimulación oral del ano, se puede transmitir la bacteria.
La transmisión es común en entornos donde la higiene es inadecuada, como guarderías, campos de refugiados y áreas con saneamiento deficiente. Las moscas también pueden actuar como vectores al transportar las bacterias desde las heces a los alimentos.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
El diagnóstico de la shigelosis se realiza mediante el análisis de muestras de heces para identificar la presencia de Shigella. El coprocultivo es el método estándar para confirmar la infección. Además, el examen microscópico puede revelar glóbulos blancos y rojos en las heces, lo que indica inflamación intestinal. En casos de brotes epidémicos, es crucial realizar un diagnóstico preciso para implementar medidas de control efectivas.
El tratamiento principal para la shigelosis es sintomático e incluye la rehidratación oral o intravenosa para prevenir la deshidratación. En infecciones leves, los antibióticos generalmente no son necesarios; sin embargo, en casos graves o cuando hay riesgo de transmisión a otros, se pueden prescribir antibióticos como ciprofloxacina o azitromicina para acortar la duración de la enfermedad y reducir el contagio. Es importante evitar el uso de medicamentos antidiarreicos ya que pueden prolongar los síntomas.
PREVENCIÓN
La prevención de la shigelosis se basa en prácticas adecuadas de higiene personal y saneamiento. Lavarse las manos con agua y jabón después de usar el baño y antes de manipular alimentos es fundamental para reducir el riesgo de transmisión.
Las personas con la infección deben evitar preparar alimentos para otros hasta que se recuperen completamente. Además, se deben implementar medidas estrictas de control en entornos comunitarios como guarderías y refugios para evitar brotes.