La presidencia española de la UE realizó una labor positiva, aunque mejorable, en materia de derechos LGTBI+

Según un informe elaborado por la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más (FELGTBI+), la labor de la presidencia española de la Unión Europea en materia de derechos LGTBI+ ha sido positiva. No obstante, según el análisis, financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, el Consejo “pudo haber hecho más” para hacer avanzar los derechos LGTBI+ durante el semestre de presidencia española.

Según el vocal de Relaciones Exteriores de la Federación Estatal LGTBI+, Óscar Rodríguez, “aunque siempre se puede ir más allá, la presidencia de España en Europa ha servido para exportar nuestros valores comprometidos con la diversidad. Durante el semestre que España tuvo la presidencia, se ha contribuido de manera favorable a generar un marco internacional pro derechos LGTBI+ en Europa. Esto puede favorecer la adopción de políticas anti discriminación en países en los que no están tan desarrolladas”.

Así, asegura que “Europa sirve, y en la actualidad, es el muro de contención contra los movimientos reaccionarios que están cogiendo fuerza en algunos Estados miembros. Por eso, es importante acudir a las urnas del próximo 9 de junio y votar para que la Unión Europea siga siendo un conjunto de instituciones pro derechos y libertades que son en la actualidad y pueda seguir exportando su influencia a los Estados miembro”.

Y es que, tal y como explica, “la presidencia del Consejo es rotatoria y los países que, como España, defienden los derechos sociales, suelen ser embajadores de estos valores. Bélgica, que también está comprometido con la no discriminación, ostenta la presidencia actual, pero nos preocupa la sucesión de países con políticas anti-LGTBI+ como Hungría. Por eso, es importante acudir a las urnas. Elegimos al Parlamento y es importante que tenga una mayoría progresista para hacer frente a posibles retrocesos y más allá de sus fronteras.”

Según el investigador Daniel González Herrera, profesor Permanente de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales de la Universidad de Salamanca y miembro del grupo de trabajo autor del informe, “la labor de España en la presidencia del Consejo de la Unión Europea merece, en líneas generales, una valoración positiva, también en materia de protección de la población LGTBI+”.

 “No obstante, importantes normas protectoras de la diversidad sexual y de género siguen bloqueadas en la institución de representación intergubernamental, lo que es de lamentar. Además, las próximas presidencias generan una lógica inquietud, al ser encomendadas a Estados que no figuran en el cuadro de honor de los derechos humanos. Es importante que la sociedad civil continúe vigilante para evitar cualquier retroceso en los derechos alcanzados e impulsar a la Unión en el continuo avance de los derechos de todas las personas, incluidas aquellas que pertenecen a las minorías, en línea con los valores de la UE”, ha añadido.

  Acciones positivas en materia de derechos LGTBI+ de la presidencia española en la UE

 En cuanto a hitos relevantes de la presidencia española en Europa, el informe destaca la firma de la declaración “Avanzando los derechos LGTBIQ en Europa”. Representantes de 15 gobiernos europeos, incluido el de España, se reunieron en Madrid en julio de 2023 para firmar esta declaración que expresaba el firme rechazo al odio y la discriminación contra la comunidad LGTBI+. Según la investigación, esto supuso “un paso crucial hacia la creación de un entorno seguro y acogedor para las personas LGTBI+ en toda Europa”.

El texto suscrito instó a la Comisión Europea a adoptar una segunda Estrategia para la Igualdad LGBTI+, a partir de 2025, y a mantener el cargo de Comisario/a de Igualdad para la integración de los derechos LGTBI+ en todas las políticas de la UE. Además, hizo un llamamiento a los Estados miembros a aplicar estrategias nacionales que aborden la discriminación contra las personas LGTBI+, en sintonía con la Estrategia de la Comisión Europea.

Por otra parte, el Consejo lamentó, en octubre de 2023, “el marcado y preocupante incremento de los discursos de odio, los delitos de odio y la ciberviolencia en los últimos años en Europa”, e invitó a los Estados miembro a que siguieran combatiendo el odio en línea dentro de sus propias leyes.

Asimismo, el análisis hace mención a la Declaración Ministerial conjunta sobre la garantía de la salud y los derechos sexuales y reproductivos en la Unión Europea, que se firmó en 2023 en Zaragoza por 15 líderes europeos. En ella, se invitó a las instituciones de la UE y a los Estados miembros a garantizar que todas las personas en edad reproductiva tengan acceso a tratamientos de fertilidad, independientemente de su orientación sexual, entre otros.

El informe también destaca el papel positivo de la presidencia española en el impulso de la Ley de Inteligencia Artificial y en el tratamiento de la intersección entre la salud mental y el trabajo precario. Y es que el Consejo invitó, tanto a los Estados miembro, como a la Comisión, a tomar medidas para abordar las desigualdades estructurales que afectan a la salud mental y a su relación con el trabajo, incluidas aquellas relacionadas con la orientación sexual e identidad de género.

 Además, durante la presidencia española, el Consejo adoptó una Recomendación para promover la retención de talento con el objetivo de fomentar la igualdad de género y la inclusión en el ámbito de la investigación y la innovación en Europa. En ella, se enfatizó sobre la necesidad de abordar las desigualdades de género y otras situaciones de vulnerabilidad, como la orientación sexual, que pueden afectar al desarrollo profesional.

Áreas en las que la labor pudo ser mejorable

El informe también identifica tres áreas en las que la labor de la presidencia española en la Unión Europea pudo ser mejorable, como en la negociación en el Consejo sobre delitos y discursos de odio. Aunque abordó el tema, el Consejo no consiguió ampliar la lista de eurodelitos para que se consideren como tal “todas las formas de delitos y discursos de odio, ya sea por razón de raza, religión, género u orientación sexual”, cuestión que lleva archivada desde hace tres lustros.

El segundo tema en el que se considera que se pudo haber hecho más fue en la propuesta de reglamento sobre filiación. El análisis sugiere que la presidencia española podría haber trabajado más para lograr consensos entre los Estados miembros o solicitar a la Comisión un cambio hacia una cooperación reforzada. Por último, también se indica que España podría haber impulsado la Propuesta de Directiva del Consejo de 2008, estancada desde años en el Consejo, para aplicar el principio de igualdad de trato a personas independientemente de su religión, discapacidad, edad u orientación sexual.

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